El tenis es un deporte activo y físico, y los pies son los más castigados. Tanto si eres un profesional experimentado como si es la primera vez que pisas una pista de tenis, la elección de unas zapatillas para tenis es una parte esencial del juego.
No hay escasez de estilos de juego y superficies de pista en el tenis, y hay una gran variedad de zapatillas de tenis. Desde las populares zapatillas de tenis Nike y Adidas hasta las fiables zapatillas de tenis Asics de alto rendimiento.
El factor más importante a la hora de decidir qué zapatillas de tenis elegir es la suela. El calzado de tenis se puede clasificar por el tipo de superficie para el que está diseñado. Otra consideración importante es el equilibrio entre comodidad, durabilidad, peso y estabilidad.
Las zapatillas que ofrecen una estabilidad y durabilidad excepcionales suelen ser más pesadas. Sin embargo, las zapatillas ligeras tienen la ventaja de la velocidad, que permite a los jugadores alcanzar la pelota con mayor rapidez.
El tenis es un juego de paradas y arranques rápidos, sprints cortos y movimientos laterales frecuentes; por eso necesitas un calzado que pueda resistir tu juego.
Piensa en tu estilo de juego, la superficie de la pista y tus preferencias personales a la hora de elegir tu nuevo par de zapatillas para tenis.
Estilo de zapatillas de tenis
Es importante distinguir las diferencias entre las zapatillas de tenis y otros tipos de calzado antes de realizar la compra. Las frecuentes paradas y arrancadas en la pista influyen en el diseño de las zapatillas de tenis.
Por lo general, las zapatillas de tenis son más planas y tienen dibujos específicos en la suela, en función del tipo de superficie en la que se juegue. Otros tipos de zapatillas tienen tacos más gruesos y blandos que reducen el peso y la amortiguación para disminuir el impacto: las zapatillas de tenis están construidas para ser más resistentes.
Sin embargo, las zapatillas de correr u otras zapatillas deportivas están diseñadas para el movimiento repetitivo hacia delante de correr o caminar.
Encontrar el ajuste perfecto
Sin lugar a dudas, lo más importante a la hora de comprar un nuevo par de zapatillas para tenis es el ajuste. Permítame guiarle a través de algunos temas diferentes que debe tener en cuenta al evaluar el calzado.
Talla
La talla de las zapatillas es quizás lo más obvio cuando se trata de conseguir el ajuste adecuado. Pero, ¿hasta qué punto estás seguro de tu talla?
Lo ideal es que haya aproximadamente 13 milímetros entre la punta del dedo gordo y la parte delantera del zapato. Una prueba rápida que funciona razonablemente bien es utilizar la anchura del pulgar para comprobar este espacio. Un espacio adecuado en la parte delantera de la zapatilla ayuda a evitar que los dedos se aprieten entre sí y previene la aparición de ampollas, al tiempo que permite que respiren y se mantengan frescos.
Por otro lado, unas zapatillas de tenis demasiado grandes pueden provocar un movimiento excesivo del pie, lo que a su vez puede causar ampollas y problemas en los músculos de la pantorrilla y el talón de Aquiles.
Anchura
Para una gran parte de la población mundial, el calzado de anchura estándar o normal es suficiente, pero si te encuentras fuera de este rango, es crucial que encuentres la anchura correcta para la salud de tus pies.
Puntera
El espacio disponible para los dedos de los pies en un zapato está relacionado con su anchura. Sin embargo, como la mayoría de los zapatos son de tamaño estándar, verás que algunos tienen punteras más estrechas o más espaciosas.
Tobillos
Aunque esto no suele ser un problema para la mayoría, algunas personas pueden notar que los huesos del borde exterior del tobillo (peroné y tibia) entran en contacto con el borde superior del zapato y les causan molestias.
Cuando te pruebes un zapato por primera vez, es importante que prestes atención a las rozaduras alrededor de los tobillos. Esto puede agravarse al jugar al tenis y provocar molestias.
Consideraciones sobre la compra de zapatillas
Si alguna vez te has encontrado con un par de zapatillas para tenis nuevas que te sentaban bien al sacarlas de la caja, pero que no cumplían tus expectativas después de salir a la pista, ya sabes lo frustrante que puede llegar a ser.
Desgraciadamente, no siempre es fácil encontrar las zapatillas perfectas, y la mayoría de las veces acabamos teniendo que hacer concesiones.
Voy a repasar algunos atributos clave que te ayudarán a evaluar tu próximo par de zapatillas.
Comodidad
Por naturaleza, las zapatillas de tenis tienden a ser más rígidas que muchos otros tipos de zapatillas porque necesitan soportar una amplia gama de movimientos, incluidos los movimientos laterales que son esenciales al golpear la pista. Dicho esto, algunas zapatillas de tenis ponen más énfasis en la comodidad que otras.
Por lo general, hay que buscar zapatillas que ofrezcan una entresuela generosa. La plantilla también puede proporcionar un apoyo añadido, que puedes considerar sustituir si es extraíble para un poco más de comodidad.
Estabilidad
Cuando se juega al tenis, son habituales los movimientos bruscos o bruscos. Tanto si te mueves de un lado a otro en los golpes de fondo, como si te acercas a la red para volear o retrocedes para realizar un globo, tus zapatillas deben proporcionarte la estabilidad adecuada. La estabilidad de una zapatilla puede provenir de varios lugares diferentes.
En la suela de una zapatilla de tenis, la anchura de la zapatilla en la parte delantera puede ayudar a proporcionar una plataforma para el equilibrio, lo que ayuda a que la zapatilla se sienta estable. Además, la suela de una zapatilla debe tener suficiente rigidez para soportar los rápidos movimientos de arranque y parada en la pista.
Muchas zapatillas para tenis utilizan un inserto de plástico rígido llamado espiga en el centro de la suela para aumentar la estabilidad y evitar que la zapatilla se retuerza.
Por último, pero no por ello menos importante, la parte superior de la zapatilla se asocia a menudo con la estabilidad, sobre todo en el tobillo, pero también con la sensación de seguridad del pie cuando está dentro de la zapatilla. Lo ideal es que el pie se sienta fijo en su sitio para que no se deslice hacia delante al arrancar y parar.